La música no es solo una herramienta útil para el desarrollo de las habilidades artísticas, sino que también influye en el proceso educativo.
En este nuevo artículo del blog del Colegio Santa María de El Puig te descubrimos como la música beneficia el aprendizaje, a partir del impacto en el desarrollo cognitivo de los estudiantes y de las habilidades lingüísticas y matemáticas.
Además, te contaremos algunos consejos para conseguir integrar la música en la educación.
Ventajas de la música en el aprendizaje
Como acabamos de citar, la música es un recurso atractivo que puede favorecer al aprendizaje debido en parte a la importancia que tiene en nuestras vidas.
Numerosos estudios han demostrado que escuchar y practicar música mejora diversas áreas del aprendizaje entre los estudiantes.
A continuación, te presentamos algunas de las ventajas que ofrece la aplicación de la música en la educación:
- Mejora la memoria. La música permite retener más información y recordar datos y conceptos de forma más fácil. La música suave o instrumental, en general, puede reducir las distracciones y permitir al alumnado que el cerebro se enfoque en el contenido del temario.
- Aumenta la concentración. Tanto estudiantes como docentes confían en la música como herramienta para evitar distracciones, y mantener el foco de atención en la realización de tareas. Escuchar música les ayuda a mejorar la capacidad de concentración y atención en cuestiones académicas.
- Fomenta la creatividad. La música potencia el pensamiento creativo de los alumnos, aumentando la flexibilidad de pensamiento y ayudándoles a abordar problemas desde diferentes perspectivas.
- Reduce el estrés y la ansiedad. En épocas de exámenes o de mucho trabajo, escuchar música contribuye a mejorar la capacidad de aprendizaje en un ambiente menos estresante.
Impacto de la música en el desarrollo cognitivo y emocional
Ya hemos mencionado que los estudios científicos señalan como la música tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños.
Incluso se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el encargado del aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica.
En este aspecto cognitivo, los más pequeños están expuestos regularmente a la música presentan mejores habilidades de concentración, atención y resolución de problemas.
Se ha confirmado que los niños que reciben estimulación musical temprana muestran un mayor control motor, una mejor percepción auditiva y coordinación visomotora.
En los primeros años de enseñanza, los educadores integran actividades como tocar instrumentos musicales, que, no solo mejoran habilidades musicales, sino también dichas capacidades.
Desde un punto de vista más emocional, la música también es un medio único que permite a los estudiantes expresar y reconocer sus emociones y sentimientos, favoreciendo a la inteligencia emocional.
Música y aprendizaje de habilidades lingüísticas y matemáticas
La música también es importante en el desarrollo de habilidades tanto lingüísticas como matemáticas.
A través de la práctica musical, los estudiantes mejoran su capacidad para identificar patrones, contar y desarrollar habilidades comunicativas y de expresión oral, lo que contribuye positivamente a su rendimiento académico.
Se ha demostrado que la práctica musical puede mejorar las habilidades matemáticas de los estudiantes, ya que comparten muchos aspectos comunes, como el ritmo, la estructura y la secuencia.
Además, la práctica musical requiere de actividades de conteo, secuenciación y reconocimiento de patrones, que son habilidades matemáticas esenciales y que se desarrollan de forma natural, lo que tendrá un efecto positivo en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Además de su impacto positivo en las matemáticas, la música también influye en el desarrollo lingüístico. Ésta puede ayudar a mejorar la pronunciación, la entonación y la fluidez en el lenguaje, ya que, al cantar, se practica diferentes sonidos y ritmos.
De hecho, se ha comprobado que los niños que participan en actividades musicales, desarrollan mejores habilidades de comunicación y expresión. Al escuchar y cantar canciones en otros idiomas, los estudiantes también pueden mejorar su compresión auditiva y su pronunciación.
Por tanto, la música es una forma divertida de aprender vocabulario, mejorar la expresión oral y aprender nuevos idiomas.
Cómo integrar la música en la educación
Existen diversas estrategias que los profesores pueden utilizar para integrar la música en el proceso de aprendizaje de manera efectiva, con el fin de fomentar un ambiente más dinámico y creativo en las aulas.
Una de las formas más sencillas es enseñar a partir de canciones relacionadas con las asignaturas que se imparten, permitiendo que los estudiantes relacionen las letras de estas canciones con los contenidos importantes que deben estudiar.
Es una forma fácil y divertida, que motiva a los alumnos y genera interés sobre las materias. Mientras, entre los más pequeños es muy común recurrir a los cuentos cantados como herramienta didáctica, ya que la melodía de estas canciones literarias les hace mantener la atención durante más tiempo.
Otra de las estrategias o actividades que los educadores pueden implementar es la creación musical, que consiste en la composición de canciones relacionadas con los contenidos del curso.
De esta forma, además de fomentar la creatividad, esta actividad supone que los estudiantes presten más atención para así poder desarrollar la tarea.
Como has visto, integrar la música en el entorno escolar puede potenciar el rendimiento académico en general, mejorar la experiencia educativa y desarrollar habilidades cognitivas, emocionales y académicas.
En el Colegio Santa María de El Puig, fomentamos este enfoque para ofrecer a nuestros estudiantes un aprendizaje más completo y enriquecedor.